¿Qué tienen en común una maleta, una esponja, una uva y un calzón dorado? ¡Lo adivinaste! Todo lo que debes tener a mano el 31 de diciembre para recibir el Año Nuevo con buena suerte. Eso es, por supuesto, según los siempre esperanzados chapines (guatemaltecos).
Primero, hablemos de los fuegos artificiales y cohetes. Las coloridas exhibiciones de luces que atraviesan el cielo y el dulce humo que permanece en el aire pueden recordar a los estadounidenses del verano y las barbacoas en el Día de la Independencia. Pero para los guatemaltecos esto huele a de Navidad y a Fin de Año.
A lo largo de las montañas, las playas y las selvas tropicales de Guatemala, los coloridos fuegos artificiales estallan a la medianoche para marcar el día de Año Nuevo y dar la señal de que es hora del abrazo: abrazar a todos en tu hogar, seguido de tocar las puertas de los vecinos para que puedas darles también el abrazo.
Pero retrocedamos un momento y repasemos nuestros pasos. Antes de que llegue la medianoche, la mayoría de los chapines encuentran su estreno para recibir el año nuevo. Pero la parte más importante es lo que pasa debajo del estreno. Elige sabiamente tu ropa interior: para la prosperidad y la abundancia en el nuevo año, usa dorado (ROPA INTERIOR DORADA); si es amor lo que buscas, entonces escoge el rojo (rojo). También puedes probar tu suerte y usar uno encima del otro, ¡hazlo a tu manera!
¿Buscas suerte en el nuevo año? ¡LIMPIA TU CASA! Una representación física del borrón y cuenta nueva que queremos para el nuevo año.
Y antes de que el reloj marque la medianoche, asegúrate de tener listas 12 UVAS. Come una uva cuando suene cada una de las 12 campanadas del reloj a la medianoche, una tradición de nuestras raíces españolas con los campanarios de las iglesias marcando el tiempo en cada uno de los pueblos... ¡no olvides masticar para no atragantare!
Y si quieres manifestar muchos viajes para en el nuevo año... hora de buscar tu MALETA. Cuando llegue la medianoche: te comes las uvas, das los abrazos, brindas con el champán mientras ves los fuegos artificiales... y luego, sí, coges las maletas y te vas a dar una vuelta a la manzana (caminando o corriendo, como prefieras).
Y así, amigos, sólo nos queda esperar que el eterno optimismo de los chapines sea contagioso. Esperamos que la buena suerte esté contigo y con todos nosotros en el Año Nuevo. Pero recuerda, lo más importante es disfrutar el momento y construir recuerdos con tus seres queridos. ¡Feliz y Próspero Año Nuevo!